Monte Valonsadero
ha sido mi corazón
luchando con reses bravas
mis compañeros y yo.
Así cantaban los
“cabañeros” al traer los toros bravos.
Los ricos y frescos
pastos del Monte Valonsadero les dieron cobijo como así lo atestiguan
los grabados rupestres de cuevas y abrigos que nos dan fe, posiblemente,
de la existencia ancestral de ganaderías de toros bravos.
El toro criado en el
monte era “morucho” y con genio. Su manejo era complicado y es por ello
por lo que se empleaba para cualquier espectáculo taurino. De
Valonsadero salieron toros suficientes para las fiestas de los pueblos
-Deza, Santa Mª de Huerta, Pinares..- y para abastecer las 16 Cuadrillas
del Común en las Fiestas de San Juan. Han sido siempre los vecinos de
Las Casas, cabañeros y ganaderos, los que mayormente se dedicaban a la
cría, cuidado y conducción de las reses.
Hasta 1928 hubo
ganado bravo en Valonsadero, siendo en 1929 cuando el Ayuntamiento
decidió comprar los novillos fuera de Soria ya que no podían las
Cuadrillas surtirse de sus toros. |