Dos domingos antes del de Calderas, los sorianos tenemos una cita obligada con nuestro mayor tesoro heredado de nuestros ancestros, el Monte de Valonsadero.

 

  “Moza, si a “La Compra” vas

y quieres que yo te quiera

tienes que bailar conmigo

esta tarde en la pradera” .

 

         Cuando despunta el alba y después de la “Verbena de los Cuatros”, muchos vamos al monte a “cerrar los toros”. No es un Uso festivo pero se ha convertido en tradición o costumbre.

 

El término Comprilla se empleó para llamar así al recién nacido Lavalenguas en 1952, año en que se inauguraron los nuevos corrales de Cañada Honda.  Hoy día y a partir de los años ochenta empieza a llamarse Comprilla al hecho de “cerrar los toros” en los corrales y que estaban sueltos en la Cañada, en la mañana del día de La Compra.

 

Si antaño lo hacían los arrendatarios de los pastos de Valonsadero en la más completa soledad, hoy miles de personas disfrutan del acontecimiento. Los caballistas de la Verguilla, los “Amigos de la Saca” y algún que otro soriano, casi siempre los mismos, entran en la Cañada a las ocho de la mañana y se encargan de arrear a los toros para conducir y meter en los corrales.

 

Los chiringuitos a rebosar, moscatel, anís y pastas. El sonido de las dulzainas y el tambor, y su hermano mayor el bombo, impregnan el ambiente y se entremezcla en el aire con los aromas de chorizo, panceta, chuletillas o migas que los madrugadores preparan para almorzar. La Cañada se llena en una juerga pública y gratuita.

 

Dicen que en “La Comprilla” se juntan “los auténticos”, los que “hacen La Saca” a pié respirando el polvo que los caballistas y novillos dejan a su paso, los que presumen de “sitio en el Callejón” El Viernes, los que más “pujan” por el solomillo en Los Agés…, los que presumen de sabérselas todas.

 

La Comprilla no figura en el Programa de Fiestas, ni hay convocatoria oficial de Jurados y Comisión de Fiestas pero sí es una costumbre con fuerza y sabor festivo suficiente para que los sorianos acudan y lo celebren como antesala de la fiesta mayor de la tarde: La Compra.

 

Al volver a  mediodía, hasta hace unos años, era de obligado cumplimiento asistir al estreno de “la nueva” en la Dehesa interpretada por la Banda Municipal. Aún perdura el “Concierto de Sanjuaneras”.